Se trata de una rehabilitación integral de un edificio de 2 viviendas entre medianeras en el barrio del Cabanyal, construido originalmente en 1930 y en un estado de conservación deficiente debido al abandono, principalmente por las afecciones del PEPRI del Cabayal. Dispone de una orientación este-oeste, de planta rectangular de  9,00 x 6,00 metros con tres crujías.

La propuesta se basa en la disposición, en la segunda crujía, de un elemento que agrupe las zonas húmedas y servidoras de las viviendas, tales como la cocina, el baño y zona de almacenamiento. El resto de la planta se organiza alrededor de esta pieza articuladora, creando dobles circulaciones, y enfatizando la neutralidad, la flexibilidad y la ventilación cruzada.

Este enfoque permite que un mismo espacio sirva para diversas actividades a lo largo del día, de la misma manera que una actividad puede llevarse a cabo en diferentes tipos de espacio.

Como dijo Peter Smithson: “En cierto sentido, lo que estoy explicando es como una fiesta infantil. La madre organiza ciertas posibilidades para el juego, pero si la fiesta va bien o no, depende de la inventiva de los niños. La madre diseña el marco.”

Por otro lado, se ha recuperado la altura total del techo, aportando amplitud a los espacios.

En cuanto a materialidad se ha tratado de reducir la paleta al mínimo, mediante el uso de materiales tradicionales como la madera de pino en carpinterías interiores y exteriores , la cerámica en pavimentos y alicatados y la cal natural en revestimientos verticales.

Mediante el uso de persianas alicantinas y un aislamiento térmico y acústico continuo en todo el perímetro de las viviendas se ha logrado prescindir de sistemas activos de climatización, reduciendo significativamente la huella de carbono.